Me encanta compartir. Por eso, no pierdo nunca la oportunidad de mostrar mis referentes o la música que voy descubriendo...
o simplemente una persona generosa?
El arte andalusí y neomudéjar es una parte esencial de mi inspiración. Siempre andan rondándome y busco la forma de incluirlo en mis diseños siempre que puedo, aunque sea de la forma más sutil.
El flamenco y el folclore llegó a mi vida de forma inesperada y formó parte fundamental en mi camino artístico y personal. Fue todo un proceso, no voy a engañar. Tuve que hacer mucho oído, mucho callo para comprender esos quejíos, esos ritmos y sus letras... Comprender la raíz es algo que también aplico al branding: no basta con que una marca se vea bonita, tiene que tener alma, historia y propósito.
Desde el maximalismo emocional del folclore a la contención moderna del Brutalismo o la Bauhaus. De lo místico y oscuro de artistas como Aubrey Beardsley, Bill Crisafi o Michelle Lamy, a lo funcional y contemporáneo.
En mi trabajo, me gusta jugar siempre con el equilibrio entre tradición y vanguardia, entre lo emocional y lo racional, entre la exaltación y la sobriedad.